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Negligencia e indiferencia de autoridades, las barreras en la búsqueda de un hijo
La imagen de sus hijos desaparecidos la llevan a cuestas, en lonas que cubren sus cuerpos, carteles que cuelgan de sus cuellos, playeras que las visten. Son las madres que acudieron a Palacio Nacional para encontrarse con Andrés Manuel López Obrador y los integrantes de su gabinete con la esperanza de que, ahora sí, se lleven a cabo investigaciones serias para poder encontrar a sus hijos desaparecidos hace uno, dos y hasta nueve años.
La mayoría de estás historias coinciden en un punto: la negligencia e indiferencia de autoridades estatales y federales desde el inició de la búsqueda con vida de sus hijos.
Hoy, el gobierno que encabeza López Obrador promete establecer mecanismos eficaces de investigación que clarifique el paradero de más de 40,000 personas desaparecidas en el país en los últimos 11 años, a través del Sistema Nacional de Búsqueda que en los próximos meses generará una base de datos homologada con toda la información de las personas de las que no hay rastro.
Algunas madres optan por otorgar el beneficio de la duda a la nueva administración, otras prefieren confiar en que su camino entre autoridades, fosas, hospitales, cárceles, servicios medico-forenses y hospitales psiquiátricos tenga resultados.
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Mercedes: nueve años de búsqueda
Guillermo Alejandro Ortiz Ruíz desapareció el 29 de noviembre de 2010 junto con Vianey Heredia Hernández cuando se dirigían a la zona costera de la región michoacana, ambos son abogados y en aquel momento apoyaban a mineros del puerto de Lázaro Cárdenas, por lo que se piensa que el móvil de su desaparición puede estar relacionado con su labor.
Mercedes Ruíz González, madre de Guillermo quien tenia 29 años cuando desapareció, se enfrentó a procesos poco eficaces de investigación desde que denunció el caso de su hijo. Por ejemplo, dos años después de su denuncia ella pudo ver el expediente del caso que estaba en total desorden y con información que se había ocultado.
“Los MPs los cambian a cada rato, esa es otra de las circunstancias que afectan a la investigación que apenas llega un ministerio público y pide tiempo para empaparse del caso y cuando ya más o menos lo conoce, llegan y lo cambian. En mi caso paso que mi expediente duro perdido dos años, hasta que no gestione un amparo fue que entonces milagrosamente apareció”, detalla Ruíz González.
Después de nueve años de búsqueda Mercedes considera la posibilidad de que su hijo esté muerto, pero dice, que eso no significa que no deba ser encontrado.
La nueva administración de Andrés Manuel López Obrador, así como la integración de la Comisión Estatal de Búsqueda en Michoacán, le genera un poco esperanza respecto a que los procesos de investigación sean más ordenados.
“Parece ver que hay un poco más de voluntad, en lo que tenemos esperanza es que nuestra lucha continúe, eso es en lo que nos sostenemos, esté quien esté lo vamos a hacer. Sí vemos iniciativa de cambios, entonces ahí vamos a estar, las familias sobre todo organizándonos”.
Alicia: vivir con temor e incertidumbre
Alicia Gallegos porta una manta con la foto de Natan Jesús Hernández Gallegos, la cual cubre todo su cuerpo. Su hijo desapareció hace un año y cuatro meses en Poza Rica, Veracruz, cuando salió de su casa para “pagar unas letras en Fabricas”.
“Fuimos primero a la fiscalía de Poza Rica, pero como me dijeron que era secuestro me tenia que ir a Tuxpan y ahí fui a poner mi denuncia pero no ha pasado nada. No hay avances y a mí cada día me duele no tenerlo a mi lado porque era muy cariñoso”, cuenta Alicia con la voz entrecortada por las lagrimas.
Igual que en muchos casos, no pudo ver el expediente de la investigación por el supuesto secuestro de Natan, hasta que la Comisión de Derechos Humanos de Jalapa intercedió por Gallegos.
Alicia no sólo se enfoca en establecer el paradero de su hijo, sino que teme por a seguridad de los demás miembros de su familia, toda vez que, asegura, su casa es vigilada y recientemente se percató que le toman fotos.
“Temo por la seguridad de mis otros hijos, porque allá está muy fea la seguridad me da mucho terror que algo malo pueda pasar porque la casa es vigilada, hace como tres días había una persona en contra esquina de mi casa con una moto y estaba tomando fotos”, advierte.
Pese a la desesperación que la ha dominado durante 16 meses, Gallegos espera que con la administración de AMLO, las cosas cambien.
“Yo sé que el al enterarse pueda haber un cambio, con él puede uno hablar acercarse, no me queda duda de que él es una persona honesta y sobre todo que se está preocupando por muchas cosas y cuánto tiempo estuvimos desprotegidos, ahorita se le ve tantita luz al camino”.
Patricia: buscar a más de un hijo
Patricia Rodríguez lleva colgado un cartel con la foto de su hijo Pablo Sánchez López que desapareció en Morelia, Michoacán, hace siete años cuando elementos ministeriales lo “detuvieron”.
Pero también carga con los carteles y fotos de otros tres chicos desaparecidos, son e otras mujeres que pidieron ayuda a Rodríguez para localizarlos y ella decidió “adoptarlos”.
Desde hace siete años recorre cárceles, hospitales, semefos, psiquiátricos y fosas en la búsqueda de Pablo y otros jóvenes, el tiempo y la experiencia en la búsqueda de desaparecidos la hicieron coordinadora de la cuarta caravana de madres en Michoacán.
“Nos juntamos 121 madres a nivel nacional, nos coordinamos en cinco municipios visitando cárceles, semefos, sanidad de chicas para ver si hayamos una ahí, psiquiátricos y fosas y doy acompañamiento en otros estados. Tenemos que salir nosotros, nos hemos visto en la necesidad de salir a buscarlos ya que ellos no tienen interés y empatía de salir a buscarlos”, señala.
Igual que muchas madres, Patricia espera que el prometido cambio de la Cuarta Transformación también se enfoque en los procesos de investigación de las personas desaparecidas en lo que va de esta administración y las anteriores.
“Estamos esperanzados con este nuevo gobierno que nos ha dado la entrada para que así como se los llevaron los queremos vivos pero de todas maneras los busquemos. Junto con las familias estaremos trabajando y checando que ellos trabajen”.
María del Carmen: la búsqueda incansable
Pamela Gallardo Volante, de 23 años, desapareció en noviembre de 2017 luego de que acudió con su novio y amigos a un concierto de música electrónica organizado en la alcaldía de Tlalpan, en la Ciudad de México.
Desde entonces su madre, María del Carmen Volante Velásquez, ha enfocado toda su economía y atención en encontrar con vida a Pame, como le llama.
“En el momento mi hijo acudió a las delegaciones correspondientes de Tlalpan, pero dijeron que ahí no era que es en la delegación que nosotros vivimos en Gustavo A. Madero, así nos estuvieron victimizando más de 72 horas. Ahí ya nos dieron un papelito para ir a Capea (Centro de Atención a Personas Extraviadas o Ausentes de la Secretaría de Seguridad Pública) para levantar el acta de hechos pero extraviada y ausente y de ahí seguimos en la lucha buscando a Pame”, detalla.
Sin embargo, el avance en la investigación ha sido poco y ahora está detenido con la desaparición de Capea y el cambió de la nueva Fiscalía.
María del Carmen solicitó ayuda de Claudia Sheinbaum durante su candidatura para jefa de gobierno, sin embargo, una vez electa la atención a este caso en particular ha sido nula.
“Me he acercado muchas veces a ella, ella tiene mis daos, sabe quien soy yo porque en su momento ella era la delegada de Tlalpan y en su momento fui a pedirle audiencia, estaba en su candidatura y le pedía que le ayudara, ya está en el gobierno y no me apoya”.
Negligencia e indiferencia de autoridades, las barreras en la búsqueda de un hijo
María Fernanda Navarro