La tecnología de alertamiento sísmico que está desperdiciada

Forbes México.
La tecnología de alertamiento sísmico que está desperdiciada

Por Oscar González Escárcega*

A casi dos años de los sismos ocurridos en 2017, las autoridades de la Ciudad de México y federales tienen la gran oportunidad de impulsar que la alerta sísmica llegue a millones de personas simultáneamente a través del teléfono celular, utilizando la tecnología Cell Broadcast, la cual aún no ha sido explotada en nuestro país, a pesar de que en otros lugares del mundo es utilizada desde hace muchos años para alertar fenómenos naturales.

Poco después del terremoto registrado en el centro del país el 19 de septiembre de 2017, surgió una petición en el portal Change.org para “ampliar el canal de distribución del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (Sasmex) a teléfonos celulares, a través del Cell Broadcast”.

Fue un ingeniero en software, Christian Román, quien subió la petición argumentando que “en México tenemos el Sasmex, que es de clase mundial y muy robusto, grandes empresas de telefonía celular con infraestructura instalada, solo hay que conjuntar las dos cosas para que la alerta sísmica llegue a mucha mayor población”.

El peticionario de Change.org señalaba que Japón es un caso de éxito absoluto en este tema: “es el ejemplo más claro y contundente de que la tecnología Cell Broadcast sirve y puede salvar vidas, pero no hay que confundir esta tecnología, no es vía WiFi, no es internet, no es una aplicación que puedas bajar de tu app store; es, como dijeran los adultos mayores, telefonía celular normal. Yo haría un llamado a las autoridades para que en vez de que inviertan en más altavoces, impulsen el Cell Broadcast; creo que es el camino más adecuado, por lo menos en las grandes ciudades con cobertura telefónica”.

César Vargas Rosales, líder del grupo de telecomunicaciones del Tecnológico de Monterrey, explica en qué consiste el Cell Broadcast: “es un sistema de diseminación de mensajes vía las células que todos conocemos. Inició en 1997 y estamos por entrar a la quinta generación. Son mensajes cortos que se emiten desde un centro de difusión celular a controladores base, que son las compañías de telefonía. Pueden seleccionarse por áreas, ciudades, estados o a nivel nacional, lo importante es que se asegura al 100% la entrega del mensaje. Es un canal separado de la red que usamos los usuarios, no está sujeto a tráfico, saturación o desastres naturales”.

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El doctor en telecomunicaciones diferenció al Cell Broadcast de los sistemas de alertamiento enviados por WiFi a través de aplicaciones. “El estándar de WiFi debería de ser modificado para ser tan eficiente como el Cell Broadcast. El WiFi sufre contratiempos por exceso de dispositivos, todos los dispositivos están compitiendo por el mismo mensaje y por eso se envía uno a la vez; el problema es cuando hay millones de usuarios. Se abre la comunicación para que los millones de usuarios de una app compitan por el mensaje en este caso de alertamiento sísmico y el que gane, pues es al que le llega el mensaje primero y así sucesivamente”.

El académico investigador del Tecnológico de Monterrey reiteró que la tecnología Cell Broadcast “no tiene un delay como las apps vía internet, no tiene un congestionamiento y por lo tanto es inmediato, sin retrasos y sumamente eficaz para sistemas de alertamiento, en este caso, de sismos en donde cada segundo cuenta y se necesita la inmediatez ante todo”.

Algunos de los países que utilizan Cell Broadcast son:

  • Japón, para alertar sismos y tsunamis.
  • Chile, para alertar tsunamis.
  • Estados Unidos, para alertar fenómenos meteorológicos como tornados.
  • Israel, para alertar amenazas balísticas de largo alcance.

Intentos fallidos

En 2015 se hicieron varios intentos para establecer Cell Broadcast como un medio de diseminación de la alerta sísmica oficial de la CDMX. Alberto Gutiérrez, quien fuera director de vinculación institucional del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) recordó que inclusive se realizaron pruebas locales en las que participaron Telcel, el IFT y el Centro de Instrumentación y Registro Símico (CIRES), entidad que desarrolló y opera el Sasmex desde 1991.

“Hace cuatro años, el cálculo era de 10 millones de dólares que servirían para conectar los plugins de cuatro carriers, entre ellos Telcel; consideramos que era una cifra accesible para el Estado y más porque estaría destinada a salvar vidas. La propuesta que nosotros hicimos fue que esta tecnología perteneciera al Estado y no a los operadores. A la par elaboramos desde el IFT un protocolo de comunicaciones de emergencia”, dijo el exfuncionario del IFT, Alberto Gutiérrez.

En febrero de 2015 el entonces diputado del PAN en la LXII Legislatura, Juan Pablo Adame, presentó una iniciativa para reformar el artículo 190 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, para que los concesionarios de telecomunicaciones transmitieran de manera gratuita a través de esta tecnología (Cell Broadcast) mensajes de alertamiento, incluyendo sismos. Se proponía incluir una fracción más a dicho artículo, la fracción XIII.

“Esa iniciativa se congeló creo yo que por intereses políticos y económicos, el argumento de la gente de Protección Civil de esos tiempos era que no iban a volar antes de caminar”, recordó Gutiérrez.

De acuerdo con Alberto Gutiérrez, el IFT tendría que volver a sentar a la mesa a los carriers, “Se tendrían que configurar los celulares para recibir esta señal, el IFT tendría que pedir a los carriers que fueran con sus vendors para solicitarles que los teléfonos que entraran a México ya tuvieran activado el sistema, el IFT tendría que emitir una regulación técnica para ello y los carriers tendrían que obedecer”.

El IFT y Cell Broadcast

Al solicitar al Instituto Federal de Telecomunicaciones su postura respecto a este tema, el organismo señaló que entre diciembre de 2017 y febrero de 2018 sometió a consulta púbica un anteproyecto de lineamientos para establecer el Protocolo de Alerta Común.

En dicho anteproyecto, trabajado por la Unidad de Política Regulatoria del instituto, se estableció, entre otros aspectos, que los concesionarios y autorizados deberán de difundir íntegra, oportuna y gratuitamente las alertas recibidas a través del servicio de telefonía móvil, conforme a lo establecido por la autoridad de Protección Civil.

La difusión de las alertas se deberá realizar mediante el uso del servicio de radiodifusión celular (CBS, por sus siglas en inglés o Cell Broadcast Systems), conforme a estándares internacionales, para lo cual deberá habilitar canales de CBS específicos.

Actualmente, el anteproyecto se encuentra en proceso de revisión en la Unidad de Política Regulatoria del instituto, quien deberá de presentar al pleno del IFT un proyecto final para su discusión y en su caso aprobación antes de que termine este 2019 de conformidad con su Programa Anual de Trabajo.

Coyuntura positiva

De aprobarse la implementación de la tecnología Cell Broadcast para difundir la alerta sísmica y otros avisos de emergencia, entraría en un momento inmejorable; durante los primeros meses del año científicos del CIRES emprendieron una serie de acciones para mejorar el Sasmex, entre las que se incluyen la aplicación del algoritmo más rápido del mundo para identificar y alertar sismos aplicando inteligencia artificial (IA) y la modificación de parámetros para cuándo deba sonar la alerta sísmica. Con este algoritmo, por ejemplo, si ocurriera un terremoto como el del 19 de septiembre de 2017 en el mismo lugar, entre Puebla y Morelos, el Sasmex daría un tiempo de oportunidad de entre 10 y 15 segundos antes de que iniciara cualquier movimiento.

Con estas modificaciones sonará la alerta cuando se aproxime un sismo que se estime peligroso para las ciudades a alertar. Las autoridades de Protección Civil de la Ciudad de México y el propio CIRES han informado que si ocurriera un temblor a una distancia menor a 250 kilómetros de la ciudad a alertar y su magnitud estimada fuera mayor o igual a 5, sonará la alerta. Es decir, si ocurriera un sismo similar al del 19 de septiembre de 2017 entre los estados de Morelos y Puebla, aunque fuera de magnitud 5, la alerta se emitirá.

Se activará también si la inteligencia artificial (IA) de los sensores del Sasmex detecta un sismo que ocurriera a una distancia de 250 a 350 kilómetros de la ciudad y su magnitud fuera de 5.5.

Sonará también si la IA de los sensores detectara un sismo que ocurriera a una distancia superior a los 350 kilómetros de la ciudad, pero que su magnitud estimada fuera de 6 o más. Todo lo anterior está basado en la relación existente entre la distancia del epicentro, contra la magnitud del sismo para disparar o no la alerta sísmica.

Adicionalmente, a raíz de los microsismos ocurridos recientemente en la capital del país, autoridades de la Ciudad de México (CDMX) destinarán recursos del orden de los 32 millones de pesos en una primera etapa, para integrar la Red Sísmica de la CDMX. En dicha red participarán instituciones como el Servicio Sismológico Nacional, el Instituto de Geofísica y el Instituto de Ingeniería ambos de la UNAM, el Cenapred, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Politécnico Nacional y el CIRES.

La Red en esta etapa contará con más de 170 instrumentos sísmicos, apoyada fuertemente en el CIRES, que ya cuenta con 81 unidades, impulsado por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones del gobierno de la Ciudad de México; en una segunda etapa la Red llegaría a 255 aparatos, con lo cual la capital del país estaría a la altura de ciudades superpobladas y de alto riesgo sísmico como San Francisco o Los Ángeles, California, en Estados Unidos.

“Con todo esto, lo único que faltaría para cerrar el círculo virtuoso y estar mejor protegidos ante el fenómeno sísmico, es la inclusión del Cell Broadcast en México”, comentó Christian Román, peticionario de Change.org.

*El autor es periodista de negocios.

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