La relojera helvética Tissot, propiedad de Swatch Group, mantiene desde hace décadas un idilio con el rugir de los motores. Y, más concretamente, con Kessel Classics, firma de venta de deportivos, mantenimiento y restauración de coches clásicos y carreras de campeonato de GT. En 1973, Tissot empezó a trabajar con Alpine, que entonces dominaba el circuito de rallies. Y en 1976 comenzó a patrocinar, durante tres temporadas, al piloto suizo Loris Kessel (fundador de Kessel Classics), que participó en seis grandes premios del Campeonato de Fórmula 1.
El año pasado, Tissot retomó la relación con la familia Kessel convirtiéndose en su colaborador oficial, y por ese motivo presenta el modelo Heritage 1973, que es la reedición de uno de sus mejores cronógrafos, el Navigator de 1973. El nuevo es un reloj de acero de 43 mm de diámetro con esfera gris plata y contadores en negro mate, disponible en una edición limitada a 1973 piezas. Como los modelos de competición de los años setenta, tiene forma de cojín oval con líneas abombadas en sus tres dimensiones. Un movimiento mecánico automático le da vida, y le acompaña una correa de becerro negro pespunteada y con perforaciones que recuerdan al volante de los coches clásicos de carreras. PVP: 2.050 €.
La entrada El Heritage 1973 que ruge como un coche aparece primero en Forbes España.